Cuando Jonatan Álvez se lesionó, se trató de una baja muy sensible. Y esa lesión llegó cuando el delantero uruguayo se había consolidado como goleador y factor determinante en ataque. No solo por los goles, sino por la influencia dentro del equipo y lo que le transmitía a sus compañeros.
Unión y los números positivos con Jonatan Álvez en cancha
Lo cierto es que Unión no logró reemplazar a Álvez, ya que ningún delantero tiene sus características y mucho menos su personalidad. No es casualidad que el equipo mejoró su rendimiento con la vuelta del uruguayo en un partido clave ante el Fluminense en el Maracaná.
Si bien es cierto que desperdició la chance más clara cuando definió mal un mano a mano, no se puede dejar de reconocer lo que trabajó en función de equipo para aguantar el balón y generar infracciones. Con Álvez en cancha, el bloque ofensivo tiene otro sustento.
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Y los números son muy concretos en ese aspecto. Álvez lleva jugados siete partidos con la camiseta rojiblanca, de los cuales Unión ganó cuatro (River, Atlético Tucumán, Platense y Banfield) empató dos (Talleres y Fluminense) y apenas perdió uno (Sarmiento). Es decir que cosechó 14 puntos sobre 21 en juego con una efectividad del 66%.
Mientras que sin la presencia de Álvez, el Tate disputó nueve encuentros entre Copa de la Liga, Copa Sudamericana y Copa Argentina. De los cuales, apenas ganó dos (Newell's y Oriente Petrolero), empató tres (Colón, Junior y Sportivo Las Parejas) y perdió cuatro (Patronato, Racing, San Lorenzo y Gimnasia de La Plata).
De esta manera, cosechó nueve puntos sobre 27 en disputa, con una efectividad del 33%. Es decir justo la mitad de lo que obtuvo con Álvez en cancha. Estadísticas elocuentes que reflejan de manera contundente la importancia del delantero uruaguayo en el equipo.