El 7 de octubre de 1995 quedó grabado en la historia grande del fútbol argentino. Esa tarde, en una Bombonera colmada, Diego Armando Maradona volvió a vestir la camiseta de Boca después de 13 años. El rival fue Colón, protagonista involuntario de una jornada que mezcló emoción, tensión y un episodio que derivó en una de las frases más recordadas del Diez: “Segurola y Habana, 4310, séptimo piso…”.
A 30 años de "Segurola y Habana": el día que Colón fue testigo del regreso de Maradona
El 7 de octubre de 1995, después de 15 meses de suspensión por doping positivo, Diego Maradona volvió a ponerse la de Boca ante Colón.
Por Ovación

El árbitro de aquel partido, Francisco Lamolina, revivió con TN la historia detrás del reencuentro de Maradona con el fútbol y su encendido cruce con Julio César Toresani, referente del Sabalero. “Colón no quería ser un invitado especial. Fue un partido muy picante, lo jugaron como si fuera el último del campeonato”, recordó el juez.
Una Bombonera que tembló
Las entradas se agotaron y la recaudación superó los 590 mil dólares, récord para la época. En el palco, Dalma y Gianinna sostenían un cartel que decía “Gracias, papá”, mientras la multitud rugía por el regreso del ídolo. Pero lo que se esperaba como una fiesta terminó convirtiéndose en un duelo cargado de fricción.
Toresani, encargado de marcar a Maradona, fue al límite desde el inicio. “Colón cortaba todos los circuitos y el clima se puso muy tenso. La sensación era que las jugadas no valían si la pelota no pasaba por los pies de Diego”, contó Lamolina.
El punto de quiebre y la polémica
A los 38 minutos del primer tiempo, una fuerte falta de Claudio Caniggia sobre Dante Unali encendió la polémica. “En la cancha me pareció que no era para roja, pero después vi que sí. Si hubiera habido VAR, el desenlace habría sido distinto”, admitió Lamolina.
El reclamo de Toresani fue inmediato. Protestó con vehemencia y terminó expulsado. “Me insultó, se acordó de mi madre, y lo eché por eso. Nadie lo escuchó, solo yo”, explicó el árbitro.
El “Huevo” desafiante y la respuesta de Diego
Toresani se fue furioso, acusando favoritismo hacia Boca y desafiando a Maradona en declaraciones que hicieron ruido: “A mí me echó Maradona. Si tiene algo que decirme, que me lo diga en la cara. Lo iría a buscar hasta su casa.”
Y Diego respondió, fiel a su estilo, con una frase que trascendió generaciones:
“A ver si tiene cara este Toresani… Segurola y Habana 4310, séptimo piso, y vamos a ver si me dura 30 segundos.”
Lamolina confirmó con el tiempo que Diego había intentado evitar la expulsión. “Es cierto que me pidió que no lo echara. Fue todo lo contrario de lo que dijo Toresani”, reveló.
El final, el gol y la emoción
Con uno menos, Colón resistió hasta el final. Pero en tiempo de descuento, un cabezazo de Darío Scotto decretó el 1-0 para Boca. La Bombonera explotó y Maradona levantó los brazos al cielo. La historia se sellaba con un triunfo agónico y el retorno triunfal del Diez.
De rivales a compañeros
Un año después, el destino volvió a cruzar a ambos, pero en el mismo vestuario. Toresani llegó a Boca en 1996 y jugó 47 partidos junto a Diego. “Después de aquella discusión, fuimos grandes compañeros. Hablábamos seguido por teléfono”, recordó Maradona años más tarde.
El recuerdo y la huella imborrable
El 22 de abril de 2019, Toresani falleció a los 51 años. Maradona lo despidió con emoción: “Pensar que lo quise pelear, y hoy lo lloro. Después fuimos compañeros. Llegué tarde…”.
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A tres décadas de aquella tarde, el duelo entre Boca y Colón sigue siendo una postal inolvidable: la vuelta del genio, la pelea que se volvió leyenda y la frase que se transformó en parte del folklore argentino.