El partido ante Defensa y Justicia, fue un buen parámetro para saber dónde está parado Colón. Que sin dudas mejoró mucho con la llegada de Néstor Gorosito, pero que aún le falta para ser un equipo confiable. Llegaba con un invicto de 10 partidos, el más extenso en la Liga, pero no pudo sostenerlo, desnudando sus limitaciones.
Colón se miró al espejo y se pareció mucho al viejo Colón

Colón perdió ante Defensa y Justicia y la actuación del equipo se pareció a cuando era dirigido por Marcelo Saralegui.
Como no había sucedido desde la llegada de Pipo, el Halcón de Varela lo superó con mucha nitidez. Fue muy amplia la diferencia futbolística entre un equipo y otro. Se pudo observar que Defensa y Justicia es un equipo trabajado, aceitado y con funcionamiento. Mientras que Colón, todavía está en construcción.
Y sería bueno detenerse en un aspecto que surge cada vez que se obtiene un mal resultado. Cuando Colón pierde o empata rápidamente se habla de un plantel mal conformado y de la falta de jerarquía. Pero ante un triunfo o una actuación convincente se pondera el trabajo de Gorosito.
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Ambos análisis cuenta con un viso de realidad, pero daría la sensación que para los hinchas, cuando Colón gana es por Gorosito y cuando pierde o empata es porque los futbolistas no tienen jerarquía. El entrenador tiene sus méritos, como así también los jugadores. Por ello, sería saludable equilibrar las virtudes y los defectos.
Porque si uno repasa el plantel de Defensa y Justicia, en nombres, es probable que no tenga más que Colón. Pero sí tiene un funcionamiento, que indudablemente potencia a futbolistas que no tienen tanto recorrido. Esa identidad que viene sosteniendo desde hace tiempo y con distintos técnicos le permite mantener en el tiempo una línea de juego.
Y ese es el principal capital que tiene. Por ello, no siempre en el fútbol la diferencia la marca la jerarquía. Es verdad que tener buenos futbolistas achica el margen de error y te acerca a la chance de tener mejores resultados. Pero hay veces que grandes jugadores no hacen un equipo y que con nombres no tan conocidos el éxito es posible.
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Lo cierto y concreto es que ante Defensa y Justicia, Colón volvió a ser el viejo Colón. Es decir, un equipo lento, cansino y sin una idea de juego. Que no tuvo ambición, más allá de adelantarse en el campo cuando perdía, pero la realidad es que no estuvo a la altura de las circunstancias. No pudo competir y el rival le marcó diferencias.
No es para dramatizar ni mucho menos, de hecho es el primer partido que Colón pierde bajo la conducción de Pipo. Por lo cual, seguramente le servirá de aprendizaje al cuerpo técnico y a los futbolistas. A la hora de hacer un balance, la primera reflexión es que se trata de un equipo que va en ascenso, pero que tiene mucho camino por recorrer.
En un torneo con 28 equipos, muchos de ellos de andar irregular, está claro que Colón puede y debe estar más arriba en la tabla. Cuenta con algunos futbolistas que otros planteles no tienen y por eso más allá de sus limitaciones está en condiciones de ser competitivo, como lo venía siendo hasta antes del último encuentro.