A Colón lo sostienen los futbolistas de experiencia y jerarquía. En un momento adverso, aquellos jugadores de mayor trayectoria y categoría dijeron presente. Por ello, no es casualidad que ante Talleres, las figuras hayan sido Ramón Ábila y Baldomero Perlaza, además de otras buenas actuaciones como por las de Rubén Botta y Germán Conti.
Colón vive por la jerarquía y experiencia de sus jugadores
Futbolistas a los cuales no les pesó la responsabilidad y jugaron con total naturalidad un partido que en la previa era realmente complejo porque Colón estaba en zona de descenso. Y esa soltura con la que afrontaron el compromiso se evidenció rápidamente en el marcador para ir ganando 2-0 en apenas ocho minutos.
Tanto a Botta como a Perlaza y Ábila no les pesó la pelota, la pidieron siempre y fueron solución, además de terminar contagiando al resto. Por ello se potenciaron Stefano Moreyra y Gian Nardelli, que son los jugadores menos experimentados.
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Colón jugó al compás de los futbolistas de mayor calidad y recorrido. Jugadores acostumbrados a esta clase de partidos y que resultan fundamentales para sacarles presión a los demás. Y eso es lo que ocurrió en el partido ante el equipo cordobés. En una ráfaga el Sabalero desactivó la bomba y jugó el partido con notable tranquilidad.
Y para ello se respaldó en la jerarquía de los futbolistas antes mencionados. Mientras que el resto acompañó y lo hizo de buena manera. Siempre a la hora de una definición tan importante, es bueno contar con futbolistas que no les pese la responsabilidad.
Después pueden jugar bien, mal o regular, de hecho Colón con estos jugadores perdió cinco partidos consecutivos como visitante. Pero en la mayoría de los casos fue por errores muy puntuales, algunos de ellos groseros, pero que no tuvieron que ver con la carga emotiva o con verse abrumado por la responsabilidad.
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El equipo sabalero cuenta con jugadores que no se van a asustar frente a un escenario adverso, como por ejemplo sucederá en el partido ante Vélez. Puede pasar que Colón gane, pierda o empate, pero cualquier resultado se basará en cuestiones futbolísticas y no relacionadas al aspecto mental.
A una fecha del final, Colón ganándole a Vélez mantendrá la categoría y además podría clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Pero con un empate, también puede cumplir el objetivo y hasta con una derrota si Unión no gana.
Pero más allá de las especulaciones, la tranquilidad con la que Colón afrontará la última fecha se respalda en la jerarquía de sus individualidades. Cuando tuvieron que dar la cara aparecieron y por eso el Sabalero vive, respira y se ilusiona con un final feliz.