A 49 años de una de las tragedias más grandes que haya tenido la Argentina, UNO Santa Fe dialogó con Alicia Poncelas, una de las seis sobrevivientes del accidente ocurrido sobre el puente Arroyo Leyes el viernes 20 de noviembre de 1970 a las 18.43.
"Cuando vuelvo a Arroyo Leyes siento paz, es inexplicable"
Un colectivo interurbano de la empresa Helvecia, sobrecargado de pasajeros, se fue contra la baranda mientras cruzaba el puente y cayó a las aguas. De las 60 personas que viajaban, murieron 54.
En 2007 UNO Santa Fe pudo reunir a Alicia con el "Tata", Joaquín Héctor Escobar; un pescador de la zona y el responsable de salvar a la pequeña Alicia que en ese momento tenía apenas un año. Los reflejos de su madre, quien pudo abrir la ventanillas y soltarla cuando el micro se hundía, y una bombacha de goma que llevaba puesta le dieron el tiempo suficiente para no sumergirse y ser rescatada por el "Tata".
"Mi encuentro con el Tata fue un antes y un después", confiesa en UNO en la Radio Alicia. "A mí me daba vergüenza hablar de mi historia, era una situación rara. Hace tres o cuatro años mis compañeros de la secundaria se enteraron porque yo les pude contar la historia".
"Viajaba con mis padres y mis dos hermanitos; de tres y cinco años. Me llevaba mi mamá y cuando cae el micro y se está hundiendo, logra abrir una de las ventanillas y me pone sobre las aguas del río y yo floto con mi bombachita de goma", describió.
Alicia asegura que tuvo dos ángeles: "Él (por el Tata) y el ingeniero Occhi. El Tata me tomó en sus brazos, y me agarró el ingeniero para hacerme reanimación porque estaba ahogada. Fueron los dos ángeles de la guarda que me salvaron y llevo conmigo. Al ingeniero Occhi no tuve la oportunidad de conocerlo porque falleció en el 86 y me estuvo buscando siempre".
Señaló que la nieta del ingeniero, María Silvina, con la cual tiene contacto, le contó que su abuelo falleció tratando de encontrarla. "A mí me parte el alma cuando me dice eso, qué lindo hubiera sido haberle agradecido", lamentó.
Diferente fue con el Tata, con quien tuvo uno relación hasta su fallecimiento, en 2015. "Fui a visitarlo en febrero y falleció en marzo", recuerda.
"A medida que iba creciendo mi deseo era poder agradecerle a quien me había salvado la vida. Fue un encuentro muy emotivo. Fueron emociones encontradas. Yo tenía un año y no tengo recuerdo, era una beba", detalló.
Reveló que luego de ese primer encuentro que pudo concretar UNO Santa Fe nunca perdió contacto: "A partir de esa nota, siempre lo llamaba por teléfono para saludarlo"
Con una sonrisa, mencionó: "El Tata siempre esperaba que vaya (a Arroyo Leyes) para quedarme. Inclusive cuando fui al hospital a visitarlo me dijo: quiero que vengas a quedarte en casa unos días. Esas fueron las últimas palabras que me dijo. Después me enteré de su fallecimiento".
"Cuando voy a Arroyo Leyes, a visitar a Amparo (viuda del Tata), siento paz. Es algo inexplicable, no sé cómo explicar lo que siento. Es muy especial, es increíble", describe.
Alicia cumplió 50 años el 4 de noviembre. "La hija del Tata tiene la misma edad y cumplió el 3 de noviembre. O sea, cuando me rescató él, su hija tenía la misma edad que yo", comentó.
Reconoce que con el correr de los años fue sanando y entendiendo, con la ayuda de una terapeuta, su historia de vida. "Estoy muy agradecida de todo el cariño que me brinda la gente. Es impresionante y hasta sorprendida estoy", dijo emocionada.