Antonio D’Angelo, referente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, advirtió que el precio de la carne vacuna registra aumentos acelerados desde hace un mes sin que haya “motivos reales y claros” que justifiquen la suba.
El precio de la carne sube y la industria trabaja al 80%: qué está pasando en el mercado frigorífico
La exportación sostiene valores altos y el mercado interno convalida los aumentos. Los frigoríficos advierten que si siguen las operaciones a pérdida, habrá más recortes en la faena.
Foto: Télam
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Los frigoríficos santafesinos frenan faena por falta de negocios y temen más aumentos en la carne
En diálogo con Mañana UNO por UNO 106.3, explicó que hay “versiones cruzadas”, menor oferta y un mercado externo que tracciona, pero aseguró que la industria está trabajando por debajo de su capacidad y en un contexto de “incertidumbre”.
“El precio de la hacienda en pie se escapó y la verdad desconocemos los motivos reales. Algunos dicen que los productores necesitan ese valor, otros que hay poca hacienda. La realidad es que la exportación venía a buen ritmo y eso empujó a los valores hacia arriba”, señaló D’Angelo.
Oferta y demanda, y un consumo que todavía sostiene los valores internos
El empresario sostuvo que el aumento en el comercio exterior, especialmente en los cortes pesados destinados a la exportación, presiona sobre el mercado interno. “Cuando hay muchos compradores y la oferta sigue siendo la misma, los valores aumentan, como cualquier otra cosa: la carne fluctúa en función de la oferta y la demanda”, sostuvo.
Según explicó, el fenómeno se agrava porque el consumidor argentino todavía convalida los precios actuales: “Uno va al supermercado, el precio es más alto que ayer, pero sigue comprando. En la medida en que eso ocurra, los pisos quedan cada vez más altos. Para que el mercado reaccione deberían caer los niveles de consumo.”
D’Angelo advirtió que si el consumo per cápita anual bajara de 50 kilos a 40 kilos por persona, ahí sí se registraría un impacto fuerte en la cadena productiva. “Cuando empiece a sobrar hacienda en los campos, el precio va a tener que acomodarse”, remarcó.
Otro dato preocupante para el sector es la caída en la producción: “La industria frigorífica está trabajando al 80%. No está ocupada la capacidad total porque el mercado interno está retraído y muchos frigoríficos que exportan están faenando un día menos por semana porque no cierran las operaciones”, aseguró D’Angelo.
En ese sentido, afirmó que “no estamos en un buen momento” y que existen plantas que limitan la exportación de carne para sostener su actividad y evitar pérdidas.
Estados Unidos, China y Unión Europea: oportunidades, pero con incertidumbre
Consultado por los nuevos acuerdos comerciales internacionales, D’Angelo fue cauto. Respecto al reciente entendimiento entre Argentina y Estados Unidos, explicó que no se trata de una ampliación de la cuota vigente.
“El cupo sigue siendo de 20.000 toneladas. Lo que se agregó es que Estados Unidos podrá comprar hasta 80.000 toneladas adicionales en forma unilateral, cuando lo considere necesario y direccionadas al frigorífico que elija. No es un aumento automático.”
También analizó la presión que genera China, principal comprador de cortes que no se consumen en el país, y la posibilidad de que comience a demandar los cortes preferidos por el mercado local.
Sin embargo, el mayor desafío está en el stock ganadero argentino. “Si todos nos compraran como dicen, no alcanzaría. Pero el productor también pregunta si vamos a tener estabilidad, reglas claras, ausencia de retenciones y continuidad en los acuerdos por 10 años.”
D’Angelo consideró que, con un programa nacional serio y permanente, el país podría aumentar el stock de forma rápida: “En tres años estaríamos en condiciones de manejar un stock lo suficientemente amplio como para abastecer a todos los que quieran comprarnos. No indefinidamente, pero sí en un volumen interesante para el productor, la industria frigorífica y el gobierno.”















