El sábado por la tarde, personal de la Agencia Provincial de Seguridad Vial de San Javier, rescató en la Ruta 39 un ejemplar de aguará guazú que fue divisado sobre la ruta. El propio animal, dada las malas condiciones en que se encontraba se dejó caer sobre la banquina y fue allí que los efectivos pudieron retenerlo.
Rescataron a un ejemplar de aguará guazú que deambulaba por la ruta
Los uniformados venían en el móvil desde la localidad de La Brava a San Javier. El estado del animal era precario y estaba lesionado, pudo haber sido producto de un accidente y no pudieron saber si era un macho o una hembra, según informó el móvil de Radio UNO San Javier.
El animal fue trasladado más tarde a la Granja La Esmeralda de nuestra ciudad, lugar en donde se le brindará la asistencia veterinaria correspondiente para que luego sea devuelto a su hábitat natural.
Sobre el aguará
También llamado lobo de crin, zorro potrillo, aguará grande o doradillo, es el cánido más grande de Sudamérica. Se trata de un animal de tamaño grande que supera regularmente los 1,5 metros de largo total, desde la punta del hocico a la punta de la cola, con una masa corporal de 19 a 30 kilos aproximadamente. Característicamente posee una crin negra de unos 50 a 55 centímetros. Las patas son negruzcas y el manto en general es pardo naranja.
En Santa Fe se distribuye principalmente en el centro norte de la provincia, teniendo mayor presencia en los bajos submeridionales. Típicamente ocupa hábitats abiertos: sabanas, palmares, márgenes de bañados, esteros y monte abierto.
El aguará guazú es un animal que tiene una amplia dieta: generalmente se alimenta de pequeños animales como mamíferos (cuises, armadillos, mulitas y peludos), reptiles (lagartos y serpientes), anfibios (ranas), aves, peces, frutos nativos y raíces. La dieta varía en relación a la disponibilidad de la estación.
Monumento Natural
En nuestra provincia su estado de conservación es vulnerable, debido a las colisiones en ruta (la Ruta 1 de la costa santafesina es un ejemplo), la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Por este motivo no solo está protegido por la Ley Provincial de fauna Nº 4.830, sino que además ha sido declarado Monumento Natural desde el año 2003 mediante la Ley Provincial Nº 12.182.
Desde hace varios años, se viene desarrollando un arduo trabajo entre la Subdirección de Ecología del Ministerio de la Producción, el Ministerio de Medio Ambiente y el Museo Provincial de Ciencias Naturales “Florentino Ameghino”, en torno a la conservación de esta especie.
En el centro de fauna Granja la Esmeralda, dependiente del Ministerio de la Producción, se rehabilitan ejemplares que han sido encontrados en áreas urbanas e ilegalmente en cautiverio, junto con otros traumatizados por colisiones. Aquellos que se logran rehabilitar, reuniendo las condiciones sanitarias y comportamentales propias de la especie, son identificados mediante un chip subcutáneo que lleva un número único como si fuera su DNI y luego son liberados en ambientes naturales.
Paralelamente, el museo “Florentino Ameghino” le asigna un número que forma parte de un registro provincial de la especie e incluye ejemplares encontrados muertos, así como también los avistajes en áreas naturales y los que ingresan a la Granja La Esmeralda.