Leonardo Madelón, uno de los personajes más importantes en la historia deportiva de Unión, volvió en junio de 2017 para afrontar su tercer ciclo como entrenador, luego de una primera etapa donde solo había durado 18 partidos y una segunda donde se logró el ascenso a Primera División. La tarea era muy dura, como consecuencia que debería levantar a un equipo que se caía a pique y arrancaría muy complicado con los promedios del descenso.
Cuando Unión dejó pasar su chance de hacer historia
Por Andrés Marenoni
Pero de a poco se comenzó a ver la mano de Leonardo Madelón, quien potenció a varios jugadores del club que no tenían poca participación en Primera División y a otros que eran capital del club, los cuales habían caído en un pozo futbolístico del cual parecían imposible salir.
Y en pocos partidos el equipo sacó cabeza en cuanto a la pelea por no descender, muchos de los jugadores mostraron su mejor versión, conformó un equipo que salía de memoria, donde otro de los grandes méritos había sido acertar con varios refuerzos que le dieron un salto de calidad a un plantel que terminó haciendo historia, como consecuencia de que se clasificó por primera vez a un torneo internacional como lo fue la Copa Sudamericana 2020.
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En estos días todavía en el mundo Unión dura una amarga sensación por el primer título que logró Colón en Primera División. Y en Santa Fe todo lo que haga un equipo repercute en el otro, y en esta circunstancia es inevitable que la alegría del pueblo sabalero sea inversamente proporcional al descontento tatengue.
Pero cuando se empieza a mirar por el tapial hacia la otra vereda los motivos que llevaron a Colón a hacer historia en el fútbol argentino son muchísimos, pero los más evidentes son el hecho de haber mantenido una base, apostar y acertar en las contrataciones de jugadores que le dieron un salto de calidad al equipo, y por un técnico con éxito comprobable en el club, y el convencimiento de ir en la búsqueda del gran objetivo.
Y Unión tuvo la chance de haber hecho historia, pero la dejó pasar, como consecuencia que se privilegió el hecho de hacer negocio con los jugadores que estaban mostrando un gran nivel, más allá que no terminaron dando dichas ventas los réditos económicos en función de las expectativas que se habían generado, como fueron los casos de Franco Soldano, Yeimar Gómez Andrade, Diego Zabala y los hermanos Mauro y Bruno Pittón, por nombrar a algunos.
Es que lo que se reprocha en este momento es que cuando Unión tuvo la chance de conservar una base para poder potenciarla e ir por grandes objetivos, como lo hubiese sido pelear por un campeonato o por una clasificación a una copa se dejó pasar la chance, debido a que se optó por vender y realizar algunas contrataciones que fueron más apuestas por jugadores desconocidos que por otros de buen presente para darle un salto de calidad al plantel.
Fue así que en el receso del invierno de 2018 se fue Lucas Gamba el liberad de acción, como consecuencia que no se pudo estar a la altura de lo que pretendía en cuanto a lo económico, mientras que lo mismo ocurrió tiempo más tarde con Franco Fragapane, quien le había dado un gran salto de calidad al equipo. Ambos jugadores desde su salida de Unión mostraron un alto nivel, y de hecho el mediocampista fue transferido a la MLS en una operación millonaria para Talleres.
En tanto que también se optó por negociar a Damián Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Bruno y Mauro Pittón, Diego Zabala, prestar en su momento a Nelson Acevedo al cual Unión podría perder tras no haberlo asegurado con la firma de un contrato de larga duración, Franco Soldano, entre otros, que fueron muy importante, debido a las dos clasificaciones para jugar la Sudamericana que hicieron historia en el club.
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Tal es así que en el momento de arrancar el 2019 el único sobreviviente del equipo que había arrancado la temporada 2017/2018, donde se hizo historia en Unión, era Jonathan Bottinelli. En tanto que en el momento más importante para el club como fue la participación en la Fase 2 de la Sudamericana (se llegó hasta octavos de final), la política deportiva fue seguir vendiendo jugadores y realizando contrataciones de bajo relieve.
De hecho, cuando se comparan las realidades y el éxito entre Unión y Colón de los últimos años, se puede destacar que los dirigentes sabaleros, quizás con mejores recursos económicos, mantuvieron la base, y apostaron por jugadores de jerarquía en cada mercado de pases, mientras que en los popes tatengues realizaron el camino inverso, se dedicaron a hacer negocio cada vez que estuvo la oportunidad, se perdió capital muy valioso como ocurrió con Gamba, Fraganape y podría ocurrir con Acevedo, realizando muchas apuestas, que se tradujeron en un permanente volver a empezar, más que consolidar un camino.