El regreso de Leonardo Madelón a Unión se dio en un contexto delicado, luego de la dura derrota ante Mushuc Runa en Ecuador, que dejó al equipo muy golpeado, y otra caída ante Barracas Central por el Torneo Apertura. Ante esta situación, los dirigentes decidieron recurrir a su experiencia para darle un nuevo aire al plantel.
Luces y sombras en el regreso de Leonardo Madelón a Unión
Leo Madelón dirigió dos partidos a Unión, en el inicio de su cuarto ciclo. Aciertos pocos y errores marcados, sobre todo en la derrota ante Palestino.

Prensa Unión
Madelón asumió el cargo con un objetivo claro: mejorar el rendimiento del equipo y, al mismo tiempo, recuperar la confianza perdida. Sin embargo, sus primeros dos partidos al frente de Unión, ante Belgrano y Palestino, estuvieron marcados por luces y sombras.
Las luces de Madelón en Unión
Uno de los puntos positivos más destacados en estos primeros partidos de Madelón fue la apuesta por Lautaro Vargas como lateral derecho. El defensor, que ya había mostrado su capacidad, demostró estar a la altura de las circunstancias, adaptándose sin problemas al nuevo sistema y desempeñándose con solvencia, a pesar de los cambios en la estructura defensiva. Vargas, anteriormente respaldado por Nicolás Paz como stopper derecho, no se vio afectado por este nuevo rol y fue una de las figuras más destacadas en su puesto.
En cuanto a los mediocampistas, Julián Palacios recibió la oportunidad que había estado reclamando durante mucho tiempo, y no defraudó. Cumplió con las expectativas, aportando estabilidad y un buen rendimiento en el mediocampo. Además, su capacidad para asociarse con sus compañeros y distribuir el balón fue clave.
Por otro lado, Lucas Gamba brilló como el jugador más importante de Unión en lo que va del año. Madelón logró sacar el máximo provecho de su talento y, con goles incluidos, convirtió al delantero en un líder indiscutido en el equipo, lo que es un punto a favor para el entrenador.
Las sombras de Leo Madelón en Unión
Sin embargo, no todo fue positivo en estos primeros dos partidos del cuarto ciclo de Madelón. Bruno y Mauro Pittón, dos de los jugadores que Madelón conocía bien de su anterior etapa en el club, recibieron la oportunidad de volver a la titularidad. Sin embargo, su rendimiento estuvo por debajo de lo esperado. Ambos venían de un semestre muy pobre, tanto desde lo físico como desde lo futbolístico, y su aporte fue escaso. La apuesta por ellos generó interrogantes, ya que, a pesar de su experiencia, su falta de ritmo y bajo nivel de juego fueron evidentes. El lateral izquierdo, ante Palestino, sufrió una grave lesión de rodilla que le demandará entre seis y ocho meses de recuperación.
Otro cambio que generó controversia fue la decisión de sacar a Mauricio Martínez de la zaga izquierda, donde había tenido un rendimiento destacado y se había mostrado más cómodo en comparación con su rol como volante. Madelón lo reubicó en el mediocampo, donde, si bien tuvo un buen partido ante Belgrano, no pudo soportar el trajín del partido ante Palestino, lesionándose tras unos minutos. Esta falta de continuidad le pasó factura, y la lesión de Caramelo dejó al equipo aún más debilitado en la zona defensiva.
En cuanto a los jugadores más experimentados, Franco Fragapane no mostró el nivel que Madelón conoció en su anterior etapa en el club. El volante ofensivo, que había sido una pieza clave en el pasado, estuvo muy lejos de su mejor versión, y su rendimiento no contribuyó en la mejora del juego del equipo. La apuesta por él no dio resultados positivos, y quedó claro que el Fragapane actual está lejos de ser el mismo jugador que fue una de las figuras más destacadas en el pasado.
En cuanto a los cambios realizados durante el partido ante Palestino, el ingreso de Jerónimo Dómina en lugar de Lucas Gamba no tuvo el impacto esperado. Gamba había sido uno de los más destacados en el partido anterior, pero al ser reemplazado, el equipo perdió no solo su capacidad goleadora, sino también su peso ofensivo. Dómina, que está en proceso de readaptación, no logró aportar al equipo lo que se necesitaba, y la merma en el rendimiento fue evidente.
Del mismo modo, el ingreso de Claudio Corvalán por Fragapane, y la posterior reubicación de Mateo Del Blanco en el campo, tampoco dio resultados positivos. Mugre, quien ingresó con la intención de darle mayor seguridad a la defensa, estuvo involucrado en los dos goles de Palestino, lo que dejó en evidencia su bajo nivel actual. La falta de reacción defensiva fue uno de los puntos más débiles del equipo en este partido, y las decisiones tácticas de Madelón no lograron frenar el avance del rival.
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Por último, Valentín Fascendini, que había cumplido ante Belgrano, también mostró varias falencias ante Palestino. La defensa de Unión, en general, tuvo una merma física y no aprovechó el momento cuando logró adelantarse en el marcador. El equipo no pudo liquidar el partido, y la fragilidad defensiva se hizo notar en los últimos minutos, cuando Palestino aprovechó una ráfaga de goles para dar vuelta el marcador y dejar a Unión al borde de la eliminación en la Copa Sudamericana.
Conclusión
El regreso de Leonardo Madelón a Unión dejó sensaciones mixtas. Si bien hubo puntos positivos, como el rendimiento de Lautaro Vargas, Julián Palacios y Lucas Gamba, también se evidenciaron varias sombras en cuanto a decisiones tácticas y rendimientos individuales. La falta de solidez defensiva, los errores en los cambios y la merma física de algunos jugadores son aspectos que deberán ser corregidos si Madelón quiere dar vuelta la situación. La eliminación de la Copa Sudamericana quedó al borde de la mano, y el equipo necesitará encontrar soluciones rápidas si quiere mantener viva la esperanza de consolidarse en Primera División, el gran desafío en el segundo semestre.