Cristian Tarragona se convirtió en el primer refuerzo de Unión para afrontar la segunda parte de la temporada. El delantero de 34 años, nacido en el corazón de Barranquitas y criado entre distintos barrios santafesinos como Los Hornos y Alto Verde, habló con el programa oficial del club, Unión Play (FM 91.1 - Aire de Santa Fe), y no ocultó su alegría por llegar al club de sus amores: “Siempre fue un sueño jugar en Unión, siempre estuvo pendiente. Estoy muy contento de estar acá”.
Tarragona: "Siempre soñé con jugar en Unión, hoy lo estoy cumpliendo"
Cristian Tarragona cumplió su sueño de firmar con Unión y destacó: "Siempre fue un sueño jugar en Unión, siempre estuvo pendiente".
Por Ovación

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Con pasado reciente en Talleres y un recorrido extenso por el fútbol argentino y mexicano, Tarragona fue recibido por el cuerpo técnico liderado por Leonardo Madelón, a quien ya conoce de su paso por Gimnasia. “Me encontré con Leo y su cuerpo técnico, a quienes conozco bien. Hay un lindo grupo, buena gente, y así se hace más fácil trabajar”, expresó, aunque reconoció que el cuerpo técnico lo está poniendo rápidamente a punto: “Llegué hace poco y los chicos están aflojando un poco, pero a mí los profes me están dando duro”.
Un recorrido lleno de esfuerzo
Lejos de haber tenido un camino fácil en el fútbol, Tarragona recordó sus inicios con humildad: “La gente ve una imagen, pero no todo lo que hay detrás. El esfuerzo que hice desde abajo fue muy grande”. A los 17 años se fue a probar suerte a Arsenal, donde debutó de la mano de Gustavo Alfaro en Copa Argentina. En 2012 quedó libre, y desde allí empezó a “remarla”: jugó en el Argentino B y A, en clubes como Alvear de La Pampa, Colegiales de Concordia, Santamarina, Tiro Federal, Juventud Unida de San Luis y Temperley.
Su explosión goleadora llegó en Independiente Rivadavia, donde salvó al equipo del descenso y luego se marchó a Atlante, en México. Volvió a la Argentina para jugar en Platense, y allí lo llamó Mario Sciacqua para sumarse a Patronato, donde finalmente dio el salto a Primera División.
“Fue complicado, ya tenía 21 años y fue un gran esfuerzo. Por eso se disfruta el doble. Siempre estuvo mi familia apoyando”, relató emocionado. “Somos siete hermanos, seis varones y una mujer, todos hinchas de Unión. Hay alguno de Colón, pero van a ser todos de Unión (risas)”.
El regreso al barrio
Tarragona también compartió recuerdos de su infancia y sus orígenes: “Nací en Barranquitas, luego de la inundación me fui con mi mamá a Los Hornos, y después nos radicamos en Alto Verde, donde es mi mujer. Tenemos una casa ahí, ahora estamos ahí. El barrio está muy iluminado, muy lindo”.
Ese vínculo con su ciudad natal fue clave para cumplir su sueño de vestir la camiseta rojiblanca. “Con Leo siempre hablábamos de encontrarnos en Unión. Compartimos plantel en Gimnasia y se dio en La Plata, pero el deseo era acá”.
El nuevo desafío con la rojiblanca
Con el foco puesto en lo que viene, Tarragona se mostró motivado por el desafío de aportar goles y jerarquía a un equipo que necesita sumar. “Estoy con muchísimas ganas. Lo charlamos con Leo: sabemos que hay que sumar. Esperemos no llegar a una instancia complicada y podamos pelear arriba”.
Sobre sus compañeros, mencionó que ya conocía a varios de haberlos enfrentado, y que compartió equipo con Mauro Pittón en Vélez. También analizó el presente ofensivo del Tatengue: “Vi muchos partidos, hay buenos delanteros, solo faltaba que la pelota termine en el arco. Esas rachas están para cortarse”.
Tarragona ya empezó a entrenarse con intensidad, incluso antes de sumarse formalmente al plantel: “Con Talleres estuvimos de vacaciones hasta el 11 de junio. Comencé a trabajar con un profe aparte mientras avanzaban las charlas con Unión”.
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El delantero no esquivó una situación del pasado que generó polémica: el penal errado ante Unión cuando jugaba en Gimnasia. “La gente se enoja y es entendible. Pero esto es un trabajo. La intención nunca fue ganarle a Unión por una cuestión personal. Hoy estoy acá, cumpliendo un sueño”.
Así, Cristian Tarragona vuelve a sus raíces. No sólo para defender los colores de Unión, sino para convertirse en uno de los referentes del equipo en un semestre clave. El chico de Barranquitas, Los Hornos y Alto Verde finalmente está en casa.