Es difícil llevar adelante un proyecto en medio de los malos resultados. Y mucho más, cuando la resistencia de los hinchas es tan marcada. En los últimos meses, Unión se debate entre la continuidad o no de Gustavo Munúa. El malestar fue creciendo con el paso del tiempo y todos gastaban a cuenta de que el DT uruguayo tenía su ciclo cumplido.
Unión, Munúa, Spahn y una situación difícil de sostener en el tiempo
Sin embargo, el presidente Luis Spahn es el principal y se podría decir, único sostén que encuentra Munúa para continuar. El triunfo ante Estudiantes y el empate contra Rosario Central le dieron algo de oxígeno, pero el mismo comenzó a faltar luego de la caída ante Racing. Y es por ello, que en el mundo Unión, no hay otro tema tan candente como el de definir si el DT sigue o no.
Si bien existe la inhibición en FIFA por no pagar el préstamo de Santiago Mele y la Asamblea que se dilata en el tiempo, habida cuenta de la no aprobación de la Memoria y el Balance, lo único importante parece ser lo de Munúa. Por ello, este contexto, poco ayuda, y esa inestabilidad permanente no resulta beneficiosa para nadie.
LEER MÁS: Jonathan Bottinelli, ¿con chances de volver a Unión?
Spahn se expone a los insultos y reproches como sucedió luego de la derrota ante Racing. Munúa lo mismo, ya que sabe que el hincha le bajó el pulgar, al igual que el resto de los directivos. Se tuvo que ir la secretaría técnica, la cual no tenía diálogo con el entrenador. Y todas esas cuestiones, no hacen otra cosa que calentar el ambiente.
Es cierto que el equipo mejoró en los últimos partidos, pero la realidad indica que ante el primer resultado negativo, inmediatamente surgen los cuestionamientos. Y a excepción de Spahn, los otros dirigentes buscan un cambio de aire, descomprimir la situación y evitar los insultos ante cada caída de Unión.
Los números a Munúa no lo respaldan y en cualquier otro caso, el DT hubiese rodado escaleras abajo. En su momento, Juan Manuel Azcónzabal se tuvo que ir, con el mismo porcentaje de eficacia (40%) que hoy ostenta Munúa. En ese momento y teniendo en cuenta que los partidos se jugaban sin público, debido a la pandemia, el Vasco no resistió y fue despedido.
LEER MÁS: En Unión empezaron a pensar más allá de Munúa
Sufriendo mucha menos presión que ahora, la dirigencia decidió rescindirle el contrato. En cambio ahora, con apenas tres victorias en los últimos 24 partidos, Munúa sigue. Se menciona que Spahn no está dispuesto a pagarle todo el contrato y es por eso que espera en caso de otro mal resultado, que sea el técnico el que de un paso al costado. Algo que por ahora, asoma difícil.
De esta manera, la situación se prolonga en el tiempo. Los rumores corren, las especulaciones están a la orden del día y encima el fixture no lo ayuda a Munúa. Ya que el próximo partido de Unión será visitando a River, único puntero del torneo. Y si pierde, rápidamente llegarán los reclamos para que no siga.
En este caso, una derrota ante River es un resultado lógico y de ninguna manera podría ser causal de despido de un entrenador. Pero teniendo en cuenta los antecedentes, sería una gota más para rebalsar el vaso. Y luego habría que volver a jugar de local con Munúa en el banco, generando un clima muy adverso.
LEER MÁS: La dura sanción que sufrió el delantero de Unión Mauro Luna Diale
Es cierto que primero está el partido ante el Millonario, pero sería bueno que los dirigentes comenzaran a sondear el panorama, para reaccionar en caso de un mal resultado o de una actuación indecorosa. Y es que Unión no puede seguir viviendo a los sobresaltos, ni tampoco el presidente terminar insultado ante cada revés en el 15 de Abril.
Es saludable el respaldo que la dirigencia le dio a sus entrenadores en los últimos tiempos. Al punto tal, que en casi seis años, apenas tres técnicos dirigieron a Unión: Leonardo Madelón, Juan Manuel Azconzábal y Gustavo Munúa. Toda una rareza en tiempos de urgencia, sin embargo también es bueno saber actuar en el momento justo.
Y es allí en donde hoy Unión falla, esta situación de inestabilidad es difícil de sostener en el tiempo. Porque termina perjudicando a todos, muchas veces es injusto que un técnico se vaya, cuando los jugadores son los máximos responsables, pero también es verdad que es más fácil que se vaya uno a que se vayan 30.