redaEl debut de Colón en el Torneo, dejó varias conclusiones. La primera de ellas, es que se trata de un equipo previsible, con poco juego y falta de recursos a la hora de mirar el arco de frente. El esquema 4-4-2, con dos carrileros definidos y dos delanteros de área, careció de sorpresa para atacar a Lanús.
Colón ante el desafío de no seguir siendo un equipo previsible

Con las ausencias de Luis Rodríguez y Christian Bernardi, Colón perdió juego por adentro, ya que el Pulga se tiraba atrás para conectar líneas y el volante cordobés era el que encaraba por el medio para buscar juntar pases. En cambio con dos volantes centrales (Baldomero Perlaza y Cristian Vega) y dos carrileros (Juan Pablo Álvarez y Joaquín Ibañez), el equipo no tiene frescura.
Y si a eso se le suma que contra el Granate, jugaron dos referentes de área como José Neris y Ramón Ábila, el ataque sabalero terminó chocando contra la defensa granate. Está claro que la presencia de Laureano Troncoso en los amistosos, le dio mayor vitalidad al bloque ofensivo, ya que el juvenil se tiró atrás y arrancó con espacios, pero además Neris se sintió el dueño del área.
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En cambio, jugando con Ábila, deben repartirse esa función y la sensación es que juntarlos no parece lo más propicio. Si bien fue un solo partido, por lo observado en los cotejos preparatorios, Neris estuvo más cómodo con Troncoso que con Wanchope. Y ese es un dilema que deberá resolver Marcelo Saralegui, definir cual será la dupla de ataque.
Para ello cuenta con cuatro futbolistas, ya que a los tres mencionados hay que sumarle el nombre de Jorge Benítez, quien fue el autor del gol ante el Granate. Pero además de esa cuestión, el técnico deberá definir quienes serán sus carrileros. Como así también, analizar si el 4-4-2 es el esquema adecuado, o tiene que modificar el sistema táctico.
Sucede que ese dibujo es válido, cuando los que juegan como carrileros cumplen las dos funciones: llegar al fondo y retroceder para recuperar la pelota. Pero asistiendo a los puntas y eso justamente es lo que no viene sucediendo. Y tanto Álvarez como Ibañez no vienen jugando bien, pero tampoco los que entran, caso Santiago Pierotti, hacen méritos para jugar desde el arranque.
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Aún con defectos, lo único definido parece ser el bloque defensivo, con los cuatro futbolistas que se recitan de memoria. Lo mismo que los dos volantes centrales, pero el resto del equipo está en revisión. Y es tarea de Saralegui resolver cuanto antes la falta de funcionamiento que evidencia Colón. Tiempo para trabajar tuvo de sobra y la mayoría de los refuerzos llegaron en tiempo y forma, antes de los amistosos.
Por lo cual, el DT sabalero dispuso de tiempo como para darle una identidad al equipo, que por ahora no se refleja dentro de la cancha. Si bien en algunos amistosos (Nacional e Instituto) mostró cosas interesantes, es indudable que a Colón le falta y mucho para intentar ser protagonista. Debe activar mecanismos de juego, para ganar en movilidad y frescura y no tener como único recurso el pelotazo a los delanteros.
Jugar con un 4-4-2 y dos referentes de área, le puede servir en determinados partidos, pero no para aplicarlo siempre. Caso contrario, se volverá un equipo previsible y espeso, como se observó ante Lanús. Por allí, en el cotejo con Godoy Cruz puede esperar y salir de contra y ese sistema lo beneficie. Pero en el Brigadier López, tendrá que disponer de un plan B, sino el panorama no será más el auspicioso.