El inicio de la era Rodolfo De Paoli en Colón fue con un tremendo porrazo. Es que el equipo sumó su tercera derrota consecutiva, segunda en serie como visitante, que lo alejó un punto más de la punta de la Zona B de la Primera Nacional, la cual quedó en poder de Gimnasia de Mendoza, a quien recibirá el próximo domingo en el Brigadier López.
De Paoli le agregó confusión al desconcierto de Colón
Rodolfo De Paoli decidió patear el tablero con seis cambios de nombre y de sistema táctico en Colón, sumando preocupación y desconcierto.
La opción de patear el tablero que no resultó en Colón
En su conferencia de prensa de presentación, Rodolfo De Paoli se refirió a su idea de juego, donde enumeró varias estructuras tácticas a las cuales le echa mano, entre las cuales en ningún momento mencionó el 3-4-1-2 que paró ante Gimnasia y Tiro de Salta.
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De Paoli, contra toda lógica cuando asume un DT, se decidió por patear el tablero, y realizó seis modificaciones de nombres, más allá que también varió el sistema de juego, el cual implementó por primera vez en la temporada, con la misma resultante que en los partidos anteriores.
Sin embargo, lo más preocupante fue que De Paoli una vez finalizado el partido ante Gimnasia y Tiro se mostró muy sorprendido con el nivel de sus jugadores, e incluso se atrevió a hablar de un plantel "derrumbado". Si bien es cierto que hace pocos días que está en Santa Fe, el hecho de haber pateado el tablero de la forma que lo hizo fue alimentar la confusión dentro de tanto desconcierto.
Una a una las decisiones de Rodo De Paoli en Colón
En el arco se decidió por sacar a uno de los jugadores de más experiencia y jerarquía como Manuel Vicentini para colocar a Tomás Giménez. Si bien es cierto que el exgolero de Sarmiento y Belgrano fue muy resistido por el hincha de Colón en el partido ante Mitre, también es una realidad que no fue un desastre o que se comió goles imposibles, más allá que tampoco lo salvó al equipo cada vez que le llegaron. La apuesta por el mendocino resultó llamativa, sobre todo porque atajó dos partidos y llegaba sin actualidad dentro del Torneo de la Primera Nacional.
Si bien Giménez no fue el culpable de la derrota de Colón ante Gimnasia y Tiro, al igual que le ocurrió a Vicentini en la única que le patearon al arco fue gol. La decisión del cambio de arqueros está claro que se presenta poco justificada en el inicio de la era De Paoli.
En tanto que también se decidió por parar una línea de tres en defensa, lo que representó que por primera vez el equipo en la temporada se presente con esa estructura. Eligió a tres jugadores lentos, uno de los cuales ni siquiera es central como Fabián Henríquez, y hubo una evidente descoordinación y falta de entendimiento.
En tanto que los laterales/volantes tampoco están configurados para la misión que les encomendó. Oscar Garrido mostró hasta aquí muy poquito de la expectativa que generó su contratación, y en pocos partidos pasó por varios puestos del campo de juego, más allá que el que desempeñó ante Gimnasia y Tiro fue el que más padeció. Ni hablar con Nicolás Delgadillo por el otro lado, ya que le costó mucho hacer toda la banda, y nunca pesó en ataque.
Los volantes internos tuvieron un partido para el olvido, quizás el peor de la temporada. Sebastián Prediger prolongó su bajón, al compás del equipo, haciendo méritos incluso para en el futuro dejar su lugar entre los 11. A Nicolás Talpone se lo vio en su peor versión desde que llegó a Colón, y quedó marcado por el error en el gol de Gimnasia y Tiro. Pegó más de la cuenta y se salvó de que lo amonesten y de perderse el duelo clave ante Gimnasia de Mendoza.
Colón, con una alarmante vocación ofensiva
Mientras que la opción de Braian Guille como enganche, cuando parecía que su ciclo en Colón estaba terminado, resultó ser un fiasco. De Paoli lo llenó de elogios cuando asumió como DT. Está claro que le sobra talento, pero en función de lo grupal no suma. Pasó desapercibido y fue más lo que peleó que lo que jugó.
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En tanto que Javier Toledo jugó al llanero solitario; se la pasó bajando pelotazos, y chocando sin sentido contra los férreos marcadores centrales de Gimnasia y Tiro. Su socio, sacado del ostracismo, como es el caso de Axel Rodríguez, pasó inadvertido, y solo tuvo una de cabeza que se fue cerca. En el juego no hubo entendimiento, y la apuesta del doble nueve fue solo una saludable expectativa que no dio ningún tipo de frutos.
Así pasó el estreno de De Paoli como DT de Colón, donde optó por cambios siderales que generaron más incertidumbre, desconcierto, desilusión y sobre todo preocupación. Por las propias palabras del entrenador los dos primeros partidos de su ciclo determinarían para qué estaría su equipo. Falló en la primera y le queda la bala de plata que significa el duelo ante el líder Gimnasia de Mendoza en Santa Fe.