Colón atravesaba horas de creciente tensión cuando, este lunes, se encaminaba a iniciar su tercera semana consecutiva de medidas de fuerza. El plantel profesional venía sosteniendo un reclamo salarial vinculado a una deuda que arrastra desde agosto y que no corresponde al salario AFA —ese sí estaba al día—, sino a la parte más sustancial de los contratos: los derechos de imagen.
El reclamo de los jugadores de Colón, con la amenaza de llegar a Agremiados
Los jugadores de Colón estuvieron a punto de llevar su reclamo salarial a Agremiados. ¿Qué prometió el presidente José Alonso?
Por Ovación
UNO Santa Fe | José Busiemi
Esta modalidad contractual, habitual en el fútbol argentino, representa un porcentaje clave de los ingresos mensuales de cada futbolista. La gestión anterior, encabezada por Víctor Godano, había cumplido con los pagos federativos, pero dejó un saldo importante en los convenios paralelos de derecho de imagen, generando malestar y un conflicto que venía escalando puertas adentro.
Un reclamo formal que encendió alarmas
La situación tomó otro nivel durante el fin de semana, cuando un grupo de jugadores presentó un reclamo formal ante Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), exigiendo el pago de los montos adeudados. Ese paso, que supone una señal pública de disconformidad y eleva la presión institucional, puso en alerta a la nueva dirigencia sabalera.
Apenas se enteró de lo sucedido, el presidente José Alonso tomó el teléfono y se comunicó directamente con uno de los referentes del plantel. La conversación fue breve pero contundente. Según pudo reconstruirse, el mandatario fue claro: “Esta semana los pongo al día.”
La promesa, que involucraría la cancelación total o una parte sustancial de la deuda acumulada, bastó para que los futbolistas decidieran levantar el reclamo elevado a Agremiados y suspender cualquier escalada adicional mientras aguardan que el compromiso se concrete.
Un alivio momentáneo, pero con temas pendientes
Si bien la intervención de Alonso desactivó el conflicto de forma inmediata, en Colón saben que la situación obliga a una rápida resolución administrativa. El atraso en los derechos de imagen, que lleva casi cinco meses, marcó uno de los primeros desafíos críticos para la nueva conducción, que busca ordenar las cuentas en medio del armado deportivo para 2026.
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La dirigencia deberá ahora cumplir con el compromiso asumido y encarar un plan de regularización que evite que tensiones de este tipo reaparezcan en el corto plazo. Por lo pronto, la calma volvió temporalmente al vestuario sabalero. La pelota está del lado de los dirigentes.














