Apenas asumió Néstor Gorosito, su objetivo fue mejorar a Colón en lo futbolístico, pero para ello consideraba que lo primordial pasaba por hacer foco en el aspecto físico. Si bien no lo dijo públicamente, el cuerpo técnico estaba convencido que los jugadores no estaban en su plenitud física.
¿La merma de Colón es futbolística y también física?

José Busiemi / UNO Santa Fe
El bajón de Colón en los últimos partidos es futbolístico, pero la sensación es que también encierra un componente físico.
Y que para el juego que intentarían desplegar, debían ajustar ese aspecto. Por ello, se apuntó a una mayor exigencia para mejorar la condición física del plantel y los resultados fueron satisfactorios. Los resultados que arrojaban los gps estaban lejos de lo que pretendían los preparadores físicos y también el entrenador.
Y esa mejora se fue evidenciando partido a partido. El rendimiento físico fue en ascenso y muchos jugadores mejoraron, un claro ejemplo fue el colombiano Baldomero Perlaza. A diferencia de los primeros partidos, en donde el equipo se observaba muy lento, con la llegada de Gorosito, ganó en intensidad, pudiendo presionar más arriba.
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De esta manera, se comenzó a ver un Colón más dinámico e intenso. Esa característica le permitió ganar en protagonismo y jugar los partidos más arriba, saliendo a presionar y no siendo un equipo tan largo y lento en las transiciones. Sin embargo, esas características se fueron disipando en los últimos partidos.
La sensación es que la merma futbolística que experimentó Colón, tiene su correlato en la parte física. El equipo perdió frescura e intensidad, ya no presiona arriba como lo hizo en varios encuentros y el rival juega con mucha libertad. Por ello, le terminan manejando el balón, con facilidad.
Al no presionar, Colón volvió a ser un equipo largo y sin conexión entre sus líneas. Por ello, cuando recupera la pelota lo hace lejos del arco rival. Así las cosas, luce lento en el traslado del balón y demasiado previsible. Incluso aquellos futbolistas que marcaban diferencias en la parte física, ahora no lo hacen.
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El claro ejemplo es Santiago Pierotti quien superaba a sus marcadores en base a su potencia y velocidad. Sin embargo, en los últimos partidos, nunca pudo marcar diferencias, perdiendo la explosión que tenía. Es indudable que tiene que ver con lo futbolístico, pero también pareciera que existe un componente físico.
Lo mismo podría mencionarse con Perlaza, cuando Pipo llegó no lo vio en su mejor condición y lo mandó al banco en tres partidos. Pero cuando le devolvió la titularidad, el colombiano estaba mucho más ágil, siendo figura en varios encuentros, cosa que ahora no viene sucediendo.
Se sabe que cuando un equipo no juega bien, parece que corre menos o que lo hace mal. Pero más allá de esa cuestión que encierra una verdad, la realidad da cuenta de que Colón además de lo futbolístico, retrocedió en el aspecto físico y eso es lo que se reflejó en los últimos partidos.