José Vignatti hizo en Colón todo lo bueno y todo lo malo. Y por eso fue el presidente más importante de la historia sabalera, comparado quizás con Italo Giménez. Pero por el tiempo de gestión y los logros obtenidos, está claro que Vignatti será recordado como el dirigente que marcó una época.
Vignatti debió salir de Colón por la alfombra roja y se va por la ventana

UNO Santa Fe | José Busiemi
Cuando Colón se consagró campeón por primera vez en su historia el 4 de junio del 2021, el mundo sabalero tocó el cielo con las manos y la figura de Vignatti no admitía discusión. Era intocable para los hinchas y está bien que así sucediera, ya que en su segundo ciclo al frente del club la gestión era muy exitosa.
Volvió a Colón a mediados del 2016, con un club que estaba bajo la figura del salvataje deportivo y rápidamente lo sacó de esa situación. Luego en 2018 el Sabalero volvió a las copas internacionales, disputando la Sudamericana y en 2019, llegó a la recordada final ante Independiente del Valle.
LEER MÁS: Colón, con mucho por resolver con el descenso en poco tiempo
La gloria estuvo tan cerca como nunca, pero tuvo revancha en 2021 con Colón campeón de la Copa de la Liga. Parecía que ese logro sería un punto de inflexión para que la institución diera un salto de calidad. Pero nada de eso ocurrió y Vignatti comenzó a equivocarse en la gestión y a cometer errores que fueron dinamitando a la institución.
La salida de Eduardo Domínguez precipitó el comienzo del derrumbe, a la par de un plantel que había sido campeón y que se terminó desmantelando por completo. Vignatti no logró retener a los jugadores que le habían dado la gloria, que todos ellos se fueron sin dejarle nada al club en términos económicos.
Si bien es cierto que en 2022 Colón accedió a los octavos de final de la Copa Libertadores, había un fin de ciclo porque ya no estaba Domínguez y porque se habían marchados los futbolistas más emblemáticos que tenía el equipo. Pasaron Julio César Falcioni, Sergio Rondina, Adrián Marini y finalizaron el año con Marcelo Saralegui.
LEER MÁS: Damonte, directo en Colón: "Mi renuncia está a disposición"
Se improvisó todo lo que se podía. En el medio, el apriete de la barra al plantel, que marcó un quiebre en la relación de los dirigentes con algunos jugadores, caso Pulga Rodríguez y con un Vignatti que se desentendió del problema. Los mercados de pases eran cada vez peor y el plantel se fue desjerarquizando de manera brutal.
Todo lo que tocaba Vignatti lo rompía. Y es que además de lo futbolístico, la gestión institucional era realmente pésima. Una dirigencia que jamás estuvo cerca de la gente y que no hizo nada para acercar al hincha. Pero que además, desatendió las inferiores y los resultados están a la vista con la campaña de la Reserva
Un club a la deriva en todos sus aspectos y un presidente que se siguió como manejando como siempre. Subestimó la situación, pecó de la soberbia habitual y terminó chocando la calesita, rompiendo el juguete. Tenía todo Vignatti para irse de Colón por la alfombra roja y se termina escapando por la ventana.
LEER MÁS: El uno por uno de Colón en la derrota que lo condenó al descenso
No se mostró receptivo en el momento que debía hacerlo. Tuvo todo a su alcance para dejar a Colón bien arriba. La estrella que el club tiene en su camiseta era el punto de partida para un Colón esplendoroso, pero dos años y medio después, toda esa luz propia se convirtió en la peor oscuridad.
En el inicio 2023 rifó una pretemporada dejando a Marcelo Saralegui porque no pudo convencer a ningún entrenador que se hiciera cargo del plantel. Y eso le terminó costando muy caro a Colón, ya que en las primeras cuatro fechas, apenas sumó un punto. La llegada de Néstor Gorosito pareció ser una buena decisión, en virtud de sus antecedentes.
Y habrá que decir que el último mercado de pases estuvo a la altura de las circunstancias, pero la realidad es que ya se había dado mucha ventaja. Colón venía peleando los últimos puestos de la tabla de manera sistemática y ese arrastre del Torneo de la Liga lo puso contra las cuerdas para afrontar esta última competencia.
LEER MÁS: VIDEO: hinchas de Colón rompieron palcos nuevos
Muchos dirán para bajarle el precio a Vignatti que el Colón campeón fue obra exclusiva de Domínguez. En parte es cierto porque la dirigencia le dio las llaves del club, pero el que lo fue a buscar por segunda vez fue el presidente y eso tiene su mérito. Como ahora tiene mucha responsabilidad de que Colón haya descendido de categoría.
Vignatti asumió por primera vez en diciembre de 1992 con Colón en la B y 31 años después deja al club en la misma situación deportiva. En el medio, hubo muchos logros deportivos y una transformación institucional que lo convirtió en el dirigente más preponderante en la historia de Colón.
Por lo cual y más allá de lo mal que hizo las cosas en los últimos tiempos, Vignatti no merecía cerrar su etapa en el club insultado por los hinchas. Cuando los días pasen y los ánimos se calmen, el tiempo pondrá las cosas en su lugar, y Vignatti seguirá siendo el presidente que transformó a Colón para bien y para mal. Y seguramente, la balanza se terminará inclinando para el lado del haber.