El 15 de noviembre de 1573, en las barrancas del río Paraná, se firmó el acta de fundación de la ciudad de Santa Fe. Este acto formal, encabezado por el capitán Juan de Garay, no solo marcó el nacimiento de una nueva urbe, sino que también sentó las bases para su organización política, social y económica.
"El documento tenía fuerza de dominio, de poder político", afirma el historiador Mario Andino. En el acta figuran dos nombres relevantes. Juan de Garay designa como principal responsable de la gesta al "adelantado Juan Ortiz de Zárate", quien en ese momento ostentaba los títulos de "gobernador, capitán general y alguacil mayor de todas las provincias del dicho Río de la Plata". Además, delega los poderes a un subalterno o encargado: Martín Suárez de Toledo.
Fragmento, acta de fundacion 3.jpg
La firma de Juan de Garay en el acta de fundación
"Esos son los nombres que encabezan el acta", enfatizó Andino. También hay "una invocación a los santos y al rey, quien es el que siempre está detrás de todo. Garay era como un dependiente de otras autoridades pero con la facultad de fundar un puerto".
En ese sentido, el historiador subraya que la fundación "es un acto de ocupación territorial a nombre de". Es una cadena de autoridades, en la cima de la cual está el rey; luego el Consejo de Indias, virreyes, encargado de virrey interino y fundador.
Otra de las particularidades del acta es que Garay deja por escrito la posibilidad de que, si se hallara un mejor lugar, la ciudad se traslade, algo que efectivamente ocurrió 80 años después.
Sobre los actos protocolares que se habrían realizado el día de la fundación de Santa Fe, Andino considera que "pudieron haber existido varios pasos". En ese sentido, el acta apunta: "Mando a los alcaldes y regidores vayan conmigo y en el conmedio de la plaza de esta Ciudad me ayuden a alzar y enarbolar un palo para rollo".
Sobre esa declaración, Andino explicó: "Es un tronco donde Garay desenvaina la espada y desde allí realiza una invocación al rey. Es un acto simbólico, de decir «aquí estoy yo, soy el que manda, tengo el poder y aquí van a ser ejecutados quienes se opongan a mi autoridad». El rollo –continuó Andino– era el símbolo del lugar de las ejecuciones; una vieja costumbre que venía de la antigüedad romana y medieval; la plaza como lugar de las ejecuciones".
Para el profesor Andino, "el documento escrito y el acto simbólico eran parte de una misma cosa; eran los instrumentos de ejercer el poder". "Los actos debían ser con presencia, la congregación, la reunión, era muy importante porque era la fuerza de los presentes", resaltó.
Las claves del documento
- Una declaración de autoridad y organización
El acta comienza con Juan de Garay, quien, en nombre de la Santísima Trinidad, la Virgen Santa María y del rey Felipe II de España, declara la fundación de la ciudad de Santa Fe. Con su firma, Garay no solo formaliza el nacimiento de la ciudad, sino que también se erige como la máxima autoridad en la región, legitimada por el poder real y por los poderes otorgados por el gobernador Juan Ortiz de Zárate, quien en ese momento ejercía el mando sobre las provincias del Río de la Plata.
El acta deja claro que la elección del lugar fue cuidadosamente considerada: Garay menciona que las tierras de la provincia de Calchines y Mocoretaes poseen todos los recursos necesarios para garantizar la supervivencia y prosperidad de la nueva ciudad: agua, leña, pastos, tierras cultivables y pesquerías.
En ese sentido, hace una premonición, ya que señala que si "se hallare otro asiento más conveniente y provechoso para la perpetuidad, se pueda hacer", algo que efectivamente ocurrió 80 años después, en el actual emplazamiento de la ciudad.
Fragmento, acta de fundacion.jpg
Fragmento subrayado: todas las veces que pareciere o se hallare otro asiento más conveniente y provechoso para la perpetuidad, lo pueda hacer, con acuerdo y parecer del cabildo.
Este apartado subraya la importancia del acto de fundación como un evento político, en el que se formaliza la ocupación de tierras en nombre de la corona española. Al mismo tiempo, destaca el carácter estratégico de la elección del sitio, que respondía no solo a intereses económicos y logísticos, sino también a una visión a largo plazo sobre el asentamiento y el crecimiento de la ciudad.
- Los primeros cargos: una estructura de poder y organización
Uno de los elementos más significativos del acta es el nombramiento de los primeros alcaldes y regidores de la ciudad. Garay designa a Juan de Espinosa y Ortuño de Arbildo como alcaldes, y a Benito de Morales, Hernando de Salas, Mateo Gil, Diego Ramírez, Lázaro Benialvo y Juan de Santa Cruz como regidores. Establece la base del gobierno local, que debía regir la justicia y el orden en el nuevo asentamiento conforme a las leyes del imperio español.
La importancia de estos nombramientos radica en que no solo otorgaban poder a los primeros funcionarios de la ciudad, sino que también aseguraban que el gobierno de Santa Fe estuviera alineado con las ordenanzas de la corona. Garay les otorga la facultad de ejercer sus cargos en nombre del rey Felipe II y del gobernador Ortiz de Zárate, lo que otorga una legitimidad legal y administrativa a la ciudad desde sus primeros momentos. El acta detalla, además, cómo estos primeros gobernantes debían jurar su cargo y ejercerlo con el debido respeto a las leyes del reino y la religión.
- La distribución de tierras y la planificación urbanística
Otro de los aspectos clave del acta es la distribución de las tierras y la planificación de la ciudad. En el documento, Garay ordena el reparto de solares y casas entre los habitantes de la ciudad, señalando que la organización urbanística debe seguir un plano específico, el cual ya estaba delineado en un pergamino que Garay poseía. Este acto refleja una característica común en las fundaciones coloniales: la planificación de la ciudad de forma ordenada, con espacios destinados a viviendas, comercio y actividades públicas.
Fragmento, acta de fundacion 1.jpg
En el recuadro: "Otro si, mando que el asiento y repartimento de los solares casas de los vecinos de esta ciudad, se edifiquen y asienten y se guarden conforme una traza que tengo señalado en un pergamino, que es hecho en este asiento y ciudad de Santa Fe, hoy domingo a quince de noviembre de 1573 años"
Asimismo, Garay señala que se reservarán terrenos para la construcción de la iglesia mayor, dedicada a Todos Santos, como parte del proceso de consolidación del poder espiritual y temporal de la nueva población. Esta mención no solo ilustra la importancia de la religión en la vida colonial, sino también cómo la iglesia desempeñaba un rol central en la vida comunitaria y política de la ciudad.
La mención del "ejido" de la ciudad también es crucial. El acta especifica las tierras que, en torno a la ciudad, se destinarían para la expansión futura. Se trataba de un área delimitada para uso agrícola, ganadero y de asentamientos, lo que prefiguraba la posibilidad de crecimiento y desarrollo de la ciudad más allá de su núcleo inicial. Esta idea de expansión, apoyada por el uso de la tierra, también incluye el plano para la asignación de solares a los nuevos habitantes, lo que aseguraba la continuidad del proceso de colonización y poblamiento de la región.
- El sistema de justicia: control y orden social
El acta también establece las primeras bases para la administración de justicia en la nueva ciudad. Garay manda erigir un "palo para rollo" en la plaza central, un símbolo de autoridad para ejecutar la justicia en la ciudad. Este palo servía como un recordatorio de la soberanía del gobierno y de la capacidad de la nueva ciudad para hacer cumplir la ley, incluso con la pena de muerte para aquellos que osaran desafiar la autoridad. Este aspecto resalta la importancia de la legalidad y el orden como pilares fundamentales en la organización colonial.
Fragmento, acta de fundacion 2.jpg
En el recuadro: "Otro sí, mando a los alcaldes y regidores vayan conmigo y en el conmedio de la plaza de esta Ciudad me ayuden a alzar y enarbolar un palo para rollo, para allí, en nombre de su majestad y del señor gobernador Juan Ortíz de Zárate , se pueda ejecutar la justicia en los delincuentes, conforme a las leyes y ordenanzas reales".
Además, Garay deja claro que, en cumplimiento de las leyes reales, el nombramiento de los alcaldes y regidores debe realizarse anualmente, en un acto público que reafirme la continuidad del gobierno. Esta disposición subraya la importancia de la estabilidad administrativa y política, esencial para el buen funcionamiento de la ciudad y el respeto por las instituciones establecidas.
En las actas del Cabildo se encuentra la transcripción completa del documento. Para acceder, hacé click ACÁ