Luego de algunos intentos frustrados, el debate por la regulación de trapitos en Santo Tomé llega al concejo de esa ciudad. En lo que será su última sesión ordinaria del año, el cuerpo legislativo debatirá una iniciativa que apunta a tener un mayor control sobre la actividad.
Santo Tomé también quiere regular a los trapitos y la discusión llega al Concejo
El proyecto pretende que quienes se desempeñen la actividad se tengan que registrar y estén debidamente identificados, con un chaleco y carné. Por otro lado, establece pautas de comportamiento que en caso de no ser cumplidas podrían acarrear sanciones como por ejemplo ser apartado del registro.
En diálogo con UNO Santa Fe, la concejala de Santo Tomé por el partido justicialista y autora de la iniciativa, Rosana Zamora, aclaró que la situación en esa ciudad es totalmente diferente a la que sucede en esta capital.
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"Podemos hablar entre 15 y 20 personas que suelen estar ubicadas en la zona de los bancos, bares y supermercados", comentó. Reconoció que no es una situación que se ha "desmadrado", como pudo haber pasado en otras ciudades.
Agregó que en su mayoría quienes se dedican a esta actividad son "chicos que han crecido cuidando coches en determinados lugares. Hoy son hombres, también hay mujeres; algunos lo hacen con responsabilidad y otros no"
Destacó que a partir de algunas modificaciones realizadas, el proyecto ahora podrá ser discutida entre los ediles. "Lo que nosotros pretendemos con la ordenanza es darle ciertas pautas de comportamientos a quienes se desempeñan en la actividad", destacó.
Para ello, el proyecto contempla la creación de un registro para que "las personas estén debidamente identificadas, con una pechera y con un carné". A partir del buen o mal comportamiento que puedan tener, la legisladora comentó que podrían sufrir sanciones, como ser apartados. En esa línea, subrayó que, si bien son los menos, algunos de ellos suelen realizar la actividad consumiendo bebidas alcohólicas.
Advirtió que las disputas entre trapitos por el territorio, que suelen darse en la capital santafesina, no se presentan en Santo Tomé: "No creemos que se acreciente la cantidad. En estos 10 años, más o menos, se ha mantenido la misma cantidad de personas. Lo que queremos es que tengan cierta pautas de comportamiento".
"Un Estado municipal tiene que trabajar lo social. Tenemos que darles las herramientas para que estas personas de alguna u otra forma se incorporen al sistema. No van a ser empleados municipales porque van a seguir viviendo de lo que la gente le da a voluntad, pero al menos los vamos a organizar", añadió.