Unión afronta la recta final de esta Copa de la Liga Profesional casi sin nafta en el tanque. La derrota ante Belgrano fue un fuerte mazazo y un empujó al descenso para agudizar la crisis deportiva. Una cosecha que se fue desplomando e inobjetablemente repercute en la tabla general.
La racha que se volvió un lastre para Unión en el final

Télam
El buen inicio fue solo un espejismo, ya que luego quedó en evidencia la falta de recambio en un plantel plagado de jóvenes. El reflejo más claro se dio ante el Pirata, donde Cristian González improvisó con Franco Pardo de 5 tras la expulsión de Joaquín Mosqueira, pese a que en el banco estaba Tiago Banega. Esto se debe a que no convence y por eso se la jugó por lo que tenía como opción.
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Un cúmulo de factores que deparar en este escenario, donde deberá ganarle a Tigre y esperar otros resultados. Si empata o pierde, descenderá. Una situación crítica, pero que aún tiene un halo de esperanza. Los números así lo indican.
Más allá de esto, hay una racha que se volvió un lastre y lo llevó a quedar hundido en la zona roja: llegó a los cinco partidos sin ganar. Son tres derrotas (justo todas de visitante) y dos empates. Esto repercute en la cosecha y en que su lugar en la máxima categoría esté en jaque.
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Asimismo, le cuesta un montón terminar con el arco en cero. Factores que se vuelven un lastre en un momento crucial de la competencia. Para el último partido, Unión tendrá que romper el molde y abarcar todas la cuentas pendientes. La primera ganar, porque no le queda otra; después recuperar algo de poder de gol; y dar una muestra de carácter. No importa la forma, solo hacerlo para soñar con que se dé el milagro.