La derrota por 2-1 ante Gimnasia y Esgrima de La Plata en octavos de final del Torneo Clausura no solo representó la despedida de Unión de la competencia, sino que expuso con mayor crudeza una realidad preocupante: el Tatengue desperdició una de las chances más claras y favorables en años para llegar a una final en Primera División. El escenario deportivo, el rival, la localía y el cuadro de eliminación le ofrecían un camino prácticamente ideal hacia la definición.
Localía y rivales accesibles: Unión y una gran chance histórica que dejó pasar
Unión tenía todo a favor para pelear por el Clausura, pero quedó eliminado prematuramente, y sigue sin dar el salto que tanto se le reclama.
Por Ovación
El cuadro que no supo aprovechar Unión
Unión no solo jugaba los octavos en el estadio 15 de Abril. De haber avanzado, también tenía asegurada la localía en cuartos de final ante Barracas Central —equipo al que ya recibió en la fase regular, y que en aquella ocasión se llevó un empate defensivo “colgado del travesaño”—. Incluso, en caso de superar esa instancia, habría disputado la semifinal también en Santa Fe, frente al ganador entre Estudiantes de La Plata y Central Córdoba. Ambos son equipos accesibles desde lo futbolístico, y uno de ellos ya había sido vencido por Unión (el Pincha, 1-0 en la fase regular).
LEER MÁS: Diego Díaz, tras la eliminación de Unión: "Una lástima, justo dio en el palo"
Mientras tanto, la otra parte del cuadro agrupaba a los grandes de peso: Boca, Racing, Argentinos y Lanús ya están en cuartos de final, en una zona mucho más exigente. Cualquier candidato serio al título hubiese preferido el camino que le tocó a Unión.
La final, como oficializó la Liga Profesional días atrás, se disputará el sábado 13 de diciembre en el estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Unión estuvo más cerca que nunca de poder jugarla. Desde lo estructural y lo deportivo, tenía argumentos para animarse. No se trataba de plantel, sino de oportunidad.
El lamento por otra chance que pasó
La eliminación duele, pero lo que más preocupa es la sensación de haber dejado pasar una chance irrepetible por falta de carácter competitivo. En un torneo que ya tuvo ejemplos recientes de equipos sin gran presupuesto que alcanzaron la gloria —como Colón, Patronato, Platense o Independiente Rivadavia— Unión volvió a quedarse en la antesala.
LEER MÁS: Por qué Unión sigue sin poder dar el gran salto hacia la gloria
El Tatengue, con todo a favor, no pudo transformarlo en impulso. Y mientras la historia le abría una puerta como pocas veces, el equipo quedó detenido donde siempre: antes del salto que puede cambiarlo todo.
Otra vez, Unión se alejó de su sueño de estrella no por carencia de posibilidades, sino por incapacidad de aprovecharlas. Y esa es la deuda más difícil de explicar, pero también la más urgente de saldar.















