En un Colón que busca reconstruirse y volver a ser protagonista, Ignacio Lago aparece como el jugador más valioso desde lo futbolístico. Sin embargo, su presente atraviesa un momento incómodo, delicado y que exige decisiones rápidas. No solo por lo que representa dentro de la cancha, sino por el escenario contractual que empieza a encender luces de alerta en Santa Fe.
Ignacio Lago, el capital futbolístico de Colón en una encrucijada sensible
La situación contractual de Ignacio Lago demanda una rápida reacción de la nueva dirigencia, ante el riesgo de perder un importante capital.
Por Ovación
Prensa Colón
Lago venía de protagonizar una primera parte del 2024 fantástica, siendo determinante en un equipo que encontraba en su desequilibrio, jerarquía y personalidad una ventaja competitiva clara. Todo se frenó de golpe con una grave lesión de rodilla, que lo obligó a una larga recuperación. El regreso se dio en el tramo final del año y, aun sin ritmo pleno, volvió a mostrar toda su categoría, aunque ya no pudo torcer el rumbo de un plantel golpeado, sin respuestas futbolísticas y a la deriva anímica.
Promesas incumplidas y un contrato que corre
Durante su recuperación y posterior regreso, al futbolista se le prometió una mejora salarial acorde a su rol y a su rendimiento. La diferencia entre lo que percibía Lago y los contratos más altos del plantel de la temporada pasada era considerable. Sin embargo, con la asunción de la nueva Comisión Directiva encabezada por José Alonso, esa actualización nunca se concretó.
El dato que agrava el escenario es contractual: Lago tiene vínculo con Colón hasta el 31 de diciembre de 2026. Es decir, está a un año de poder quedar con el pase en su poder. Si la situación no se resuelve, el futbolista podría llegar al 30 de junio con la posibilidad de firmar un precontrato con otro club y marcharse libre al final del vínculo.
Allí aparece un actor indirecto pero clave: Talleres de Córdoba, club dueño de sus derechos federativos antes de su llegada a Colón. Si Lago se va en condición de libre, el club cordobés podría activar un reclamo contra Colón, lo que sumaría un problema económico y legal a un panorama ya complejo.
El peso deportivo y la urgencia dirigencial
Desde lo deportivo, el mensaje es claro: Colón deposita buena parte de sus expectativas de regreso a Primera División en Ignacio Lago. Es el jugador distinto, el que puede marcar la diferencia en una categoría áspera como la Primera Nacional. Pero para que eso ocurra, el club necesita blindarlo, no solo desde lo futbolístico sino también desde lo contractual y lo emocional.
Los números respaldan su importancia. Con la camiseta rojinegra, Lago suma 45 partidos oficiales, con 8 goles y 5 asistencias, repartidos entre las temporadas 2024 y 2025. En 2024 disputó 26 encuentros, convirtió 6 goles y dio 3 asistencias; en 2025, pese al contexto adverso, jugó 17 partidos, con 1 gol y 2 asistencias.
LEER MÁS: Colón habría preguntado por un zaguero que pretenden varios equipos de Primera
Formado en Almirante Brown, donde debutó con apenas 15 años, y con paso previo por Talleres, Lago llegó a Colón en 2024 y rápidamente se transformó en un activo central del proyecto deportivo.
Hoy, ese capital está en riesgo. El escenario demanda una intervención dirigencial urgente, con diálogo, reconocimiento y una propuesta acorde. No se trata solo de retener a un jugador, sino de proteger uno de los patrimonios más importantes del club y evitar que una situación evitable termine transformándose en un nuevo conflicto para un Colón que necesita certezas, no más problemas.















