La realidad marca que Colón mejoró futbolísticamente y que ante Newell's jugó el mejor partido del campeonato. En consecuencia, el vaso medio lleno es la evolución que mostró el equipo en relación a los encuentros anteriores. Pero el vaso medio vacío, da cuenta de que el Sabalero está último en la tabla y hace 10 partidos que no gana.
La mejora de Colón, en medio de una campaña de descenso
Está claro que se trata de una campaña de descenso, porque de los últimos 30 puntos en disputa, apenas sumó cinco. Con una efectividad del 16%. Pero además, hace seis partidos que no gana en el Brigadier López, con dos empates y cuatro derrotas.
Todas las estadísticas son negativas y los números asustan. De hecho, en el certamen pasado, el Rojinegro finalizó en la 25ª posición y ahora está 28ª. La esperanza radica en la llegada de Néstor Gorosito, un entrenador de mucha trayectoria y que de a poco comenzó a darle cierta impronta al equipo.
LEER MÁS: Colón llegó a 10 sin ganar y quedó último en la tabla
Pero por ahora no alcanza, si bien Pipo está invicto con tres empates, está claro que empatar está más cerca de perder que de ganar. Y es que de los nueve puntos que Colón puso en juego con Gorosito, sumó tan solo tres, es decir, una efectividad del 33%.
Ante Newell's, el elenco sabalero hizo los méritos como para ganar, pero falló en la definición, con un protagonista excluyente como Jorge Benítez, quien dilapidó varias chances concretas para convertir. Colón no ganó, porque el Conejo todo lo bueno que hizo fuera del área, no lo revalidó en la zona de definición.
La semana larga de trabajo (pasaron nueve días de un partido al otro) permitieron que Gorosito tuviera tiempo para mejorar el aspecto físico del plantel que se notó a lo largo del partido. Y también se advirtió una idea de juego más marcada, si se la compara con lo hecho anteriormente.
LEER MÁS: Gorosito ve un Colón "más agresivo", pero aún "no alcanza"
No obstante, tiene mucho por mejorar, ya que sigue siendo un equipo permeable en defensa, ya que los rivales le convierten con facilidad. De hecho, en apenas un partido pudo mantener el arco invicto (empate 0-0 con Gimnasia), pero más por ineficacia del Lobo, que por méritos propios.
En el choque ante la Lepra, Gorosito dispuso de un esquema más ofensivo, en lo que fue una verdadera línea de tres defensores, ya que los carrileros fueron Juan Pablo y Joaquín Ibañez, a diferencia de la mayoría de los equipos que juegan con dos laterales por afuera.
Por ello, Colón fue más directo y llegó al área rival mucho más de lo que lo venía haciendo. Aún cuando en defensa, por momentos marcó mano a mano con Facundo Garcés y Rafael Delgado, ante los extremos de Newell's. La apuesta fue arriesgada, pero estuvo cerca de salirle bien, de no ser por la falta de eficacia.
LEER MÁS: El uno por uno de Colón en el empate ante Newell's
Gorosito no hace magia, como no la hace ningún entrenador de mundo. Recién lleva tres semanas de trabajo y de a poco se advierte una mejora. Pero todo DT depende de sus jugadores, que son los que terminan resolviendo dentro del campo de juego.
Quizás en el partido ante Newell's, se le pueda cuestionar los cambios. Y es que para reforzar la defensa mandó a la cancha a Gian Nardelli en lugar de Carlos Arrúa, cuando por allí el partido pedí el ingreso de Eric Meza para aprovechar su velocidad ante un rival que dejaba espacios en los últimos metros.
Luego metió a Ramón Ábila por Juan Pablo Álvarez, quien si bien estaba cansado, estaba jugando su mejor partido con la camiseta de Colón. Y posteriormente reemplazó al Conejo Benítez por Tomás Galván, volviendo a jugar con un solo punta, cuando el equipo debía arriesgar un poco más. Y se quedó sin realizar dos modificaciones.
LEER MÁS: El DT de Colón suspendió su conferencia de prensa
A diferencia de lo que sucedía con Marcelo Saralegui, el Colón actual intenta jugar por abajo y dejó de lado los pelotazos. Pero es evidente que con eso solo no alcanza y por ello naufraga en la última posición de la tabla. Le falta jerarquía individual y eso el trabajo de un cuerpo técnico lo puede disimular, pero de ninguna manera reemplazar.
En este paupérrimo presente, el menos responsable claramente es Pipo Gorosito. Y es la esperanza a la que se aferran los hinchas para transformar un contexto abrumador. Se hicieron muchas cosas mal, siendo la dirigencia la primera en cometer una cadena de errores, que se están pagando.
En poco tiempo no se puede resolver, todo lo mal que se hizo en el último año. Es un proceso que Colón deberá afrontar y el que tendrá avances y retrocesos. El fútbol suele ser imprevisible y esa es la principal ilusión pensando a futuro. Que los planetas se alineen y que Pipo le saque agua a las piedras, es el rezo de los hinchas.