"Un hombre pasó en moto reiteradas veces mostrándonos sus genitales, yo estaba con mis amigas (también de 13 años de edad). Era una de las primeras situaciones de acoso que vivíamos, nos parecia "un loco". Cuando paso por ahí, aunque fue hace tantos años, esa vereda me sigue trayendo ese recuerdo. Me da mucha bronca de pensarme tan chica y viviendo eso", es uno de los cientos de relatos que en pocos días recolectó el mapa interactivo del acoso y el abuso lanzado esta semana por el colectivo Santa Fe en Bici.
Un mapa colaborativo para visibilizar abusos y acosos en Santa Fe
A través de una herramienta colaborativa buscan conocer y reflexionar el modo en que las mujeres y personas LGBTI padecen en la cotidianidad la violencia de género en los espacios públicos y privados de la ciudad de Santa Fe y la región. Si bien la iniciativa surge de esta organización, trasciende el ciclismo; apuntan a que cualquiera pueda aportar datos a partir de un registro anónimo invitando a cualquier persona a realizarlo, sin distinción de género ni edades.
La idea nació de dos arquitectas de La Plata (Irene Bilmes y Elisa Deschamps del equipo Mapas de lo Efímero) de acceso libre que propone recolectar casos de acoso y/o abuso en el espacio urbano. Mariana Salvador de Santa Fe en Bici explica a UNO Santa Fe: "Quisimos trasladar esa experiencia que lleva un año en esa ciudad y ha sido de muchísimo éxito porque se viene cumpliendo con uno de los objetivos que es visibilizar estas situaciones de violencias en los espacios públicos de práctica constante y sistemática".
Desde la organización apuntan: "Se trabaja el mapeo como herramienta, registrando los recurrentes relatos sobre el miedo/inseguridad que genera para muchas personas moverse por la ciudad -en bicicleta y otros medios- y ser víctima de alguna forma de violencia (delictiva, vial y/o de género)". Es en este sentido que las violencias hacia mujeres, niñas e identidades disidentes impactan negativamente en su accesibilidad a derechos fundamentales (empleo, recreación, salud, educación).
Con este mapa, además se busca discutir la forma en que las ciudades están construidas. En este sentido, Yamila Riego de Santa Fe en Bici reflexiona sobre la falta de una perspectiva de género en urbanismo actual: "Las ciudades están diseñadas bajo modelos que se llaman androcéntricos enfocadas siempre en que el protagonista del uso del espacio público es un hombre joven adinerado y generalmente motorizado, que deja afuera a un montón de personas que también tenemos derecho a ocupar la calle y que la podemos usar en distintos modos y tiempos. El acoso callejero entra en esas problemáticas que no permiten la libre accesibilidad a todos los espacios por igual".
Las categorías a llenar en el registro pueden ir desde violencia obstétrica hasta violaciones o secuestros pasando por acoso verbal, gestos obscenos, exhibicionismo, persecución, acorralamiento y fotografías o grabaciones no consentidas, entre otras variables. Al ingresar a esta página al hacer click aquí, se pueden cargar los datos para poder compartir la experiencia y verla plasmada en el mapa digital.
Un aspecto interesante son los conceptos subjetivos sobre lo privado y lo público: "Para poder analizar luego los datos que va arrojando el mapa decidimos hacer una pregunta inicial que era: ¿cómo considera uno el espacio en el que le sucedió el hecho, es un lugar de acceso público o privado? Porque eso también juega en cómo vemos nosotros el usar la ciudad, hasta dónde está limitado nuestro acceso. Y ahí entran por ejemplo situaciones como la de la violencia obstétrica que se puede dar en espacios de cuidado de la salud que dependiendo si es en un hospital o en una clínica el acceso es más público o más privado. Es una manera de ver cómo interpreta el usuario lo que le pasó", apuntó Riego.
Cabe destacar que no se trata de un centro formal de denuncias sino que se trata de compartir los relatos y experiencias personales de manera anónima. "Vemos la necesidad de contar con datos que evidencien la desigual relación entre movilidad, género y uso del espacio urbano. Hoy no conocemos ningún estudio o investigación fehaciente sobre los patrones de viajes en la ciudad de las mujeres por ejemplo y cómo esto afecta o en qué medida a su accesibilidad", agregaron desde Santa Fe en Bici.
Y en la misma línea justificaron la realización de este trabajo: "Por esto consideramos que mapear los relatos de la ciudadanía, va a visibilizar las situaciones de acoso y abuso, localizarlas y reunirlas en un mapa interactivo de construcción colectiva para prevenir futuras situaciones y gestionar políticas públicas que impliquen una solución a estas problemáticas.
Por otro lado, advirtieron que los datos se van subiendo una vez por mes, por lo que puede tardar un tiempo poder ver las experiencias subidas en la página.
Asimismo, el proyecto cuenta de dos etapas que serán llevadas adelante en trabajo conjunto por: Mapas de lo Efímero de La Plata (creadores del proyecto) y Santa Fe en Bici de Santa Fe. La etapa virtual se relaciona con la recolección de relatos. La información luego es volcada periódicamente en un mapa de Google. La etapa espacial consiste en señalamientos y acciones en el espacio público, a través de múltiples disciplinas artísticas, con relatos territorializados en el mapa. De esta manera, se busca vincular lo recolectado y denunciado en el mapa virtual, con el territorio real, es decir volcar las experiencias en el espacio físico, registrando las acciones en formato audiovisual, para luego vincular estos registros nuevamente al espacio virtual del mapa, y así continuar en un ida y vuelta retroalimentando ambos espacios.