Uno de los méritos que mostró Eduardo Domínguez desde su regreso a Colón, es claramente la manera en que potenció a un plantel que estaba peleando el descenso y que terminó siendo campeón. Jugadores que atravesaban un mal presente futbolístico se convirtieron en figuras.
El técnico de Colón y el desafío de administrar abundancia
Pero además acertó con la llegada de los refuerzos y les brindó confianza a los futbolistas surgidos de las inferiores. Así las cosas, por obra de su entrenador, Colón pasó de contar con un plantel corto y sin variantes a este en el que tiene dos jugadores por puesto y la incertidumbre de saber quien jugará.
En cantidad Colón perdió jugadores, ya que a mitad del año pasado se terminaron yendo 12 futbolistas y apenas llegaron dos (Yeiler Góez y Gonzalo Piovi). Y en el mercado de pases de inicio del 2021, llegaron Paolo Goltz, Alexis Castro, Facundo Mura, Nicolás Leguizamón y Cristian Ferreira. Pero se fueron Alex Vigo, Emanuel Olivera, Brian Farioli y Tomás Chancalay.
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Y en este último mercado de pases emigraron el Pulga Rodríguez, Gonzalo Escobar y Lucas Acevedo. Mientras que por ahora llegaron Mauro Formica, Nahuel Gallardo y Lucas Beltrán. Es decir que no hubo un salto cuantitativo sino cualitativo, pero que tiene que ver con el trabajo de Domínguez y su cuerpo técnico.
Hace seis meses nadie pensaba que Facundo Garcés podía ser la figura de la defensa, ni que Eric Meza se iba a consolidar dentro de la formación titular. Como así también la aparición fulgurante de Facundo Farías, futbolista del que todo el mundo habla y pondera.
Mura que no era tenido en cuenta en Estudiantes, hoy es un jugador muy importante y se ganó un puesto. Castro relegado en San Lorenzo fue clave en varios partidos de Colón. Ni hablar de la recuperación que mostraron tanto Rodrigo Aliendro como Federico Lértora.
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Bernardi estaba para irse del club, resistido por la gente y también en la lupa de la dirigencia. Pero fue figura ante Racing en la obtención del título y arrancó este torneo dentro de los 11. Ya nadie discute la presencia del cordobés y en buena parte se debe a la influencia del DT.
El que ingresa responde y un ejemplo de ello es el gol de Santiago Pierotti en la semifinal ante Independiente. Y el gran trabajo de Bruno Bianchi ante River, ingresando para reforzar la defensa. También Nicolás Leguizamón como aquella asistencia memorable para el gol de Bernardi en la final ante Racing,
Domínguez encuentra soluciones en el banco y por eso hoy tiene el desafío de administrar abundancia, ya que el plantel es largo y con muchas variantes. El nivel es muy parejo y por ello, el DT tendrá que ir manejando la cuestión y dosificando las energías y las ansiedades de los futbolistas.
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Hoy Colón se puede dar el lujo de poner en cancha dos equipos competitivos y eso es posible en parte por virtud de los jugadores, pero también por el desarrollo colectivo que fue pergeñando el cuerpo técnico. Y que le permite suplir ausencias importantes y que no se note.
Ahora que la espuma del campeonato bajó un poco, habrá que recordar que en ese partido contra Racing, al equipo sabalero le faltaron: Paolo Goltz, Bianchi, Delgado y Farías, pero además se lesionó el Pulga Rodríguez. Sin embargo, vapuleó a Racing, lo goleó 3-0 y los que jugaron lo hicieron de forma notable.
Por lo cual, está claro que el concepto colectivo arropa a las individualidades y por eso las ausencias no se notan, como puede suceder en otros equipos. Y nadie puede discutir si juega uno u otro. Si tiene la bendición del técnico seguramente es por algo.
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De aquí en más y con un solo torneo por jugar, habrá futbolistas de jerarquía que deberán sentarse en el banco. Se sabe que Domínguez no se casa con nadie y juega el que mejor está. Pero seguramente en algún momento llamará la atención observar a jugadores claves sentados a su lado.
Con el cambio de esquema y la línea de cuatro, el DT debería prescindir de dos marcadores centrales importantes y en mitad de cancha, volantes que deberán esperar su turno. Misma lógica aplica al ataque, de hecho ante River tenía en el banco tres delanteros: Nicolás Leguizamón, Wilson Morelo y Lucas Beltrán y ninguno ingresó.
Y en el arco, el técnico también puede estar muy tranquilo con la actuación consagratoria de Ignacio Chicco en el Monumental. Como para saber que si no está Leonardo Burián, detrás hay respaldo. Este plantel tiene alternativas de sobra y Domínguez con su trabajo se encargó de que sean más de las que estaban previstas de antemano.
Los dos equipos que tiene Domínguez para armar
Leonardo Burián; Facundo Mura, Facundo Garcés, Rafael Delgado, Gonzalo Piovi; Christian Bernardi, Rodrigo Aliendro, Federico Lértora, Alexis Castro; Facundo Farías y Nicolás Leguizamón.
Ignacio Chicco; Eric Meza, Bruno Bianchi, Paolo Goltz, Nahuel Gallardo; Mauro Formica, Yeiler Góez, Santiago Pierotti, Cristian Ferreira; Wilson Morelo y Lucas Beltrán.